CINCUENTA SOMBRAS DE GREY - E. L. James - Trilogía Cincuenta Sombras I

Título: Cincuenta Sombras de Grey

Título original: Fifty Shades of Grey

Autor: E. L. James

Editorial: Grijalbo

Editorial original: Vintage/Arrow books

Género: Romántica erótica

SINOPSIS:

La romántica, sensual, erótica y totalmente adictiva historia de la apasionada relación entre una estudiante universitaria y un joven multimillonario

Cuando la estudiante de Literatura Anastasia Steele recibe el encargo de entrevistar al exitoso y joven empresario Christian Grey, queda impresionada al encontrarse ante un hombre atractivo, seductor y también muy intimidante. La inexperta e inocente Ana intenta olvidarle, pero pronto comprende cuánto le desea. Cuando la pareja por fin inicia una apasionada relación, Ana se sorprende por las peculiares prácticas eróticas de Grey, al tiempo que descubre los límites de sus propios y más oscuros deseos..

"Cincuenta sombras: la exitosa combinación de historia romántica y juego erótico de alto voltaje que ha tocado la fibra de muchas mujeres." Daily News

Cincuenta sombras de Grey es la primera parte de la trilogía Cincuenta sombras, que continúa con Cincuenta sombras más oscuras y Cincuenta sombras liberadas

OPINIÓN PERSONAL:

Antes de empezar con la crítica propiamente dicha, me gustaría dejar claro que el libro no me ha gustado, por lo tanto mi opinión personal va a ser negativa. Recomiendo que a todas aquellas personas que les haya encantado el libro, o que estén locamente enamoradas de Christian Grey, no sigáis leyendo. Lo menos que querría hacer es ofender a nadie con mi verdad sobre esta novela.  En cambio, si tenéis curiosidad por conocer mi punto de vista, la otra cara de la moneda, adelante, pero quién avisa no es traidor. 

Debo aclarar también que la crítica va a contener spoilers. Intentaré en la medida de lo posible dar la opción de ver el spoiler si queréis vosotros y si no, no, pero con toda la cantidad de cosas que tengo que decir, se ve mucho más claro con los ejemplos que voy a ir poniendo, y para ello es inevitable poner citas y escenas del libro. 

Dicho esto, ahora sí podemos ir al lío… 

En primer lugar, pongámonos en antecedentes. Como ya sabréis todos, o casi todos, el libro nació de un fanfic de Crepúsculo (de Stephenie Meyer) que fue por primera vez publicado en la web www.fanfiction.net con el título de Master of the Universe (Señor del Universo) y que tras algunos problemas con algunos usuarios fue eliminado del sitio y la autora, Snowqueens Icedragon (E L James), decidió continuarlo en su blog. El fic, que constaba únicamente de dos partes (la primera parte después se dividió en dos y salieron Cincuenta Sombras de Grey y Cincuenta Sombras Más Oscuras) consiguió más de 50.000 reviews (incomprensible para mí, pero en fin, ¿quién soy yo para juzgar?) y seguidamente la autora lo publicó con una editorial creada por algunas otras autoras del mismo fandom llamada The Writer’s Coffee Shop. Hasta ahí, vamos bien. Vale. 

Yo no me leí el fic, ni pienso hacerlo ahora. Ni aunque me paguen. Pero sin embargo, estaba oyendo hablar muchísimo sobre esta trilogía, y me entró curiosidad. Y cuando digo muchísimo, es todo el mundo: blogs, todo facebook, amazon, goodreads, anobii, clubs de lectura, amigas… amigas que me recomendaron el libro, que casi me obligaron a leerlo, que me pusieron los dientes largos, que me crearon una idea del libro que no es para nada la que de verdad después me llevé… 

Y yo ahora os digo, amigas mías, de verdad… ¿me odiáis? ¿Por qué me castigáis de esta manera? ¡Os juro que no os he puesto los ojos en blanco! (Modo ironía ON, de esto ya hablaremos más adelante) ¿Por qué he tenido que perder 3 días de mi vida leyendo… eso? No lo entiendo de verdad. ¿Será que algo va mal en mi cabeza? No, afortunadamente, hay muuuuucha gente que opina como yo, gracias al cielo. ¡YA SÉ QUE NO ESTOY LOCA!  (La que está loca es Bella SwanAna Steele, pero esto también lo tocaremos más adelante.)

Con esto quiero decir que no me he dejado influenciar por el fic, porque no lo he leído. De hecho, Elfled y Anny de Románticas al Horizonte os pueden decir claramente que estaba loca por leer el libro. Y cuando digo loca, es desesperada. Por tanto, si tenéis que rebatirme alguno de los puntos que comentaré a continuación, tened eso siempre presente. 

Con esto también dicho, ahora sí podemos entrar en el tema. 

Empecemos por el hilo argumental… o la falta de hilo argumental, mas bien. Como ya he mencionado un poquito más arriba, la trilogía en un principio no era trilogía, sino que solo constaba de dos partes: Master of the Universe I y Master of the Universe II. ¿Con esto qué quiero decir? Pues que para sacar más… ¿dinero?, tener más… ¿fama? La autora decidió partirlo en 3, por lo tanto el primer tomo, que tenía más de 1000 páginas, lo partió en dos. ¿Problema con esto?  Te acabas de cargar el hilo argumental. Es como si cogiéramos un libro cualquiera, lo partiéramos por la mitad y dejáramos al lector así, tal cual. Pues sí, así me sentí yo. Se me quedó una cara de tonta cuando acabé el libro y me quedé igual que estaba al principio, o peor, si cabe. Porque he de decirlo, lo he pasado verdaderamente mal con algunas escenas del libro. Y mi cabeza no logra entender cómo a la gente pueden gustarle esos comportamientos. Pero en fin, no me voy a adelantar, cada cosa a su tiempo. 

Estábamos hablando del hilo argumental. Sí… ¿qué hilo argumental tiene esta historia? Pues muy sencillo: 

Bella SwanAna Steele: Oh, este tío es muy muy raro, ¡pero es que está tan bueno! No me puedo separar de él, pero quiere que firme un contrato para ser su esclavasumisa y poder hacer conmigo lo que quiera… ummmm… ¿qué hago? ¿Lo firmo o no lo firmo? Tendré que estudiar las claúsulas… no he hecho BDSM en mi vida, soy virgen, nunca me he masturbado y tengo casi 22 años, pero bueno… mi diosa interior está loca por intentarlo ¿por qué no? Si total… ¡es que es tan guapo! Bueno venga, intentémoslo. Ouch, eso duele. Pero bueno, en el fondo… es que lo necesita, pobrecito. ¡Lo voy a invitar a que se quede a dormir conmigo! Él sólo quiere castigarme cuando le pongo los ojos en blanco… si en verdad puedo entenderlo. ¿Cómo me atrevo a ponerle los ojos en blanco? Y bueno, no me gusta que me pegue… pero es que no me puedo separar de él… ¡ES TAN GUAPO! Bueno va… intentémoslo otra vez. ¡Pégame Christian! Auch… esto duele mucho… Dios el tío este está mal de la cabeza, ¿cómo no me he podido dar cuenta antes? Ah sí… es que ¡ES TAN GUAPO! Jo… no me quiero separar de él, lo quiero tanto… pero es que no puedo darle lo que él necesita… Adiós Christian… *y me pongo a llorar de la pena*

Sí… es tan sencillo como estúpido e incoherente. Pero es que no penséis que lo estoy exagerando, no, no, no hay exageración ninguna. Pero si queréis yo os explico más detalladamente el argumento del libro. (Que en cierta forma la culpa es de los personajes… porque el libro prometía… mucho, qué pena que haya sido tan decepcionante.)

Veréis, Bella SwanAnastasia Steele tiene 21, casi 22 años. Y debido a que su compañera de piso RosalieKate, que es su mejor amiga, está enferma y no puede ir a hacerle una entrevista para el periódico de la universidad al gran Señor Grey, pues ella va en su lugar. Cuando llega a la empresa, se tropieza en la puerta de la oficina de Christian Grey (qué raro), y se queda prendada de él. (Ya hemos visto los pensamientos que tenía Anastasia en el resumen anterior). A lo largo de los siguientes capítulos Christian Grey y ella coinciden (sí, claro, y yo soy la reina de España, con los instintos de acosador que tiene el chaval, y me voy a creer que han ‘coincidido’ *Pongo los ojos en blanco* ¡Oh, no! ¡Christian no me pegues!) y ambos no pueden resistir su atracción. Él, que la ha conocido de hace… ¿2 días? Va y le enseña su Sala Roja del Dolor y le propone que sea su esclavasumisa, a lo cual ella accede a ‘estudiar’. Claro que él no sabe que ella es virgen, y nunca, nunca, se ha dado placer a sí misma (veeeeeeenga… eso no se lo cree nadie *pongo los ojos en blanco otra vez*), pero aún así, se siente atraído por ella, y quiere que ella se adapte a su vida. Ella lo prueba, y lo que le gusta es el sexo, los castigos, no, (algo lógico en esta mujer, menos mal) pero aún así sigue haciéndolo porque no puede perderlo, ni estar separada de él y bueno, ya le gustará (ya se ha ido la lógica de su mente *sacudo la cabeza*). Al final, ella descubre que no, eso no es lo que ella quiere (ALELUYA, ¡PRIMER MOMENTO DE INTELIGENCIA!) y que lo deja. Pero a pesar de esto, ella sufre por dentro, porque no quiere separarse de él, y su diosa interior (de la cual hablaremos más adelante) le grita para que no se vaya y no sea tonta (qué irónico es esto, de verdad) y disfrute del momento. Y fin.

No es otra cosa. Simplemente eso. Y para mí se ha quedado bastante corto. Además que es que por culpa de esa división del libro en dos, como he dicho antes, me quedé a dos velas cuando terminó el libro (aunque por una parte quería que se acabara) porque es que no supe nada, nada, de Christian Grey. No supe por qué se comportaba como se comportaba. No sé por qué necesitaba hacer lo que hacía. No sé por qué era tan controlador. No sé por qué Anastasia es tan tonta. ¡No sé nada! Y yo quería que me dijeran algo… no todo… ¡sino algo! Pero no… no lo obtuve, y la verdad es que me siento un poco timada en ese aspecto. 

El siguiente tema que quiero tocar es el del supuesto sadomasoquismo (BDSM) que la autora ha querido resaltar en la novela. Lo siento, E L James, pero no tienes ni idea de cómo es el BDSM de verdad. Ni idea. (No es que yo sea una experta ni nada, pero vamos, eso no es). A pesar de que mucha gente me diga que no, yo el comportamiento de Christian Grey lo considero abusivo. Y voy a explicar por qué.  Por favor, leed las siguientes líneas: 

«Christian me pone de pie sobre el suelo de madera. No me da tiempo a examinar mi entorno: no puedo dejar de mirarlo a él. Me tiene hipnotizada. Lo observo como uno observaría a un depredador raro y peligroso, a la espera de que ataque. Respira con dificultad, aunque, claro, me ha llevado a cuestas por todo el césped y ha subido un tramo de escaleras. En sus ojos grises arde la rabia, el deseo y una lujuria pura, sin adulterar.

Madre mía. Podría arder por combustión espontánea solo con su mirada.

—No me pegues, por favor —le susurro suplicante.

Frunce el ceño y abre mucho los ojos. Parpadea un par de veces.

—No quiero que me azotes, aquí no, ahora no. Por favor, no lo hagas.»

«Respiro hondo, rodeo la mesa, me planto delante de él y lo miro a los ojos, ahora inquietos.

—¿Tanto lo odias? —dice, aterrado.

—Bueno… no —lo tranquilizo. Dios… ¿eso es lo que siente cuando lo tocan?—. No. No lo tengo muy claro. No es que me guste, pero tampoco lo odio.

—Pero anoche, en el cuarto de juegos, parecía…

—Lo hago por ti, Christian, porque tú lo necesitas. Yo no. Anoche no me hiciste daño. El contexto era muy distinto, y eso puedo racionalizarlo a nivel íntimo, porque confío en ti. Sin embargo, cuando quieres castigarme, me preocupa que me hagas daño.

Los ojos se le oscurecen, como presos de una terrible tormenta interior. Pasa un rato antes de que responda a media voz:

—Yo quiero hacerte daño, pero no quiero provocarte un dolor que no seas capaz de soportar.»

«—Hago esto para que recuerdes que no debes huir de mí, y, por excitante que sea, no quiero que vuelvas a hacerlo nunca más —susurra.

Soy consciente de la paradoja. Yo corría para evitar esto. Si me hubiera abierto los brazos, habría corrido hacia él, no habría huido de él.

—Además, me has puesto los ojos en blanco. Sabes lo que pienso de eso.

De pronto ha desaparecido ese temor nervioso y crispado de su voz. Él ha vuelto de dondequiera que estuviese. Lo noto en su tono, en la forma en que me apoya los dedos en la espalda, sujetándome, y la atmósfera de la habitación cambia por completo.

Cierro los ojos y me preparo para el golpe. Llega con fuerza, en todo el trasero, y la dentellada del cinturón es tan terrible como temía. Grito sin querer y tomo una bocanada enorme de aire.

—¡Cuenta, Anastasia! —me ordena.

—¡Uno! —le grito, y suena como un improperio.

Me vuelve a pegar y el dolor me resuena pulsátil por toda la marca del cinturón. Santo Dios… esto duele.

—¡Dos! —chillo.

Me hace bien chillar.

Su respiración es agitada y entrecortada, la mía es casi inexistente; busco desesperadamente en mi psique alguna fuerza interna. El cinturón se me clava de nuevo en la carne.

—¡Tres!

Se me saltan las lágrimas. Dios, esto es peor de lo que pensaba, mucho peor que los azotes. No se está cortando nada.

—¡Cuatro! —grito cuando el cinturón se me vuelve a clavar en las nalgas. Las lágrimas ya me corren por la cara. No quiero llorar. Me enfurece estar llorando. Christian me vuelve a pegar.

—¡Cinco! —Mi voz es un sollozo ahogado, estrangulado, y en este momento creo que lo odio. Uno más, puedo aguantar uno más. Siento que el trasero me arde.

—¡Seis! —susurro cuando vuelvo a sentir ese dolor espantoso, y lo oigo soltar el cinturón a mi espalda, y me estrecha en sus brazos, sin aliento, todo compasión… y yo no quiero saber nada de él—. Suéltame… no…

Intento zafarme de su abrazo, apartarme de él. Me revuelvo.

—¡No me toques! —le digo con furia contenida.»

Lo siento mucho, pero en mi pueblo eso se considera abuso. Y estoy cogiendo los ejemplos en español, que la traductora ha sabido suavizarlo de alguna manera, pero en inglés os puedo decir que las escenas daban asco.  Me hace mucha gracia que siempre se hace referencia a Vishous de La Hermandad de la Daga Negra (de J.R. Ward) para comparar a Christian Grey, y ya que la gente quiere comparar. Pues comparemos.

Hay una diferencia brutal entre ser una sumisa y ser una esclava. (Para más información por favor rediríjanse a Zsadist y a Vishous, y en su defecto, a J.R. Ward). Y Christian Grey lo que quiere de Anastasia es poseerla como si fuera un objeto más de su vida. Como si fuera un coche, como si fuera la empresa de la que es dueño.

Christian Grey… vamos muy mal.

En pleno siglo XXI que mujeres lean esto y les guste para mí es incomprensible. Lo digo de verdad. No lo entiendo. ¿Quizás es que yo me valoro demasiado? Si es eso, la sociedad me da mucha pena.

Y es que yo no estoy nada en contra de leer BDSM, al contrario, tenía muchas expectativas puestas en esta trilogía, pero creo que la autora se ha pasado tres pueblos. Ella quería ir a Marbella y ha terminado en Coín (sin ofender a todos los que seáis de Coín; el pueblo es precioso, debo decir).

Pero lo peor de todo, es que el peor personaje no es él. Sino ella.

Anastasia es… en pocas palabras… ESTÚPIDA. Además de esquizofrénica (para más información por favor hablad con Mary y Jane, y en su defecto, J.R. Ward).

Anastasia tiene casi 22 años, es virgen (bueno, ya no lo es porque Grey se hizo cargo del ‘problema’), más allá de los límites de lo que alguien puede llamarse inocente, es licenciada en Literatura Inglesa y ¡no tiene un maldito email! ¡ni un ordenador!, y por si fuera poco no tiene ni idea de lo que quiere, además de esquizofrénica (o tripolar, como yo la llamo). Anastasia es…. extremadamente cansina. Me saca de quicio.

Y me saca de quicio porque se tira todo el maldito libro hablando con sus otros dos yo como si fueran personas de carne hueso que hacen volteretas y todo. Una de ellas es su subconsciente, la que la lleva de vuelta a la tierra, la más tímida, la más INTELIGENTE, o también podemos llamarla el angelito en nuestro hombro derecho. Por otro lado, está su diosa interior que es todo lo que ella no es. Es echada para adelante, es desinhibida, es eso, una diosa. También es imbécil.

Cuando Christian le propone a Anastasia la cosa esta de ser su sumisa/esclava, y le enseña ese pedazo de contrato, yo que queréis que os diga, siendo virgen habría salido corriendo al probarlo la primera vez (Capítulo 16). Pero esta mujer no, esta mujer no quiere separarse de él, porque le gusta, porque le quiere. (NO, ANASTASIA… ¡LO TUYO SE LLAMA OBSESIÓN!)

*Insertar video de la canción: Nooooo…. No es amoooooor! Lo que tu sienteeeees, se llama obsesióooon! Una ilusióoon… en tu pensamiento, que te hace hacer cosaaas, así funciona el corazóoon*

Y además porque se siente atraída por él de una forma que nunca había sentido por nadie. (Se ‘enamora’ digamos en 2 días). Sin embargo, ella prueba el sexo, y lo adora (¿quién no?), es virgen y tiene no-se-cuántos orgasmos en su primera vez (por favor.. un poco de realismo) y lo mejor de todo, es que solamente tiene molestias al día siguiente, que siguen dándole al chunda-chunda. Me repito, realismo por favor, y más aún cuando él supuestamente la tiene enorme (no sé cómo realmente puede decir ella que la tiene enorme si nunca ha visto ninguna… pero bueno…). La cosa es que le gusta el sexo, pero cuando llega la parte de los castigos, lo pasa mal, pero lo soporta para no decepcionarle (seriously?) y así se calla muchas cosas hasta que al final, como por arte de magia, decide dejarlo porque se ha dado cuenta de que está para ir a un psiquiátrico (como ella).

A mí no me molesta que Christian quiera infligir dolor. Lo que me molesta es que sea muy inteligente para unas cosas, y muy tonto para otras y no se cosque de que Anastasia podrá estar diciendo que sí, pero NO quiere hacerlo. Además, que el pasado de nadie debería ser una excusa para ser un gran hijo de puta después. Mientras lo seas contigo mismo, estupendo (Vishous), pero cuando estás haciéndole daño a alguien más… perdóname, pero no.

Para ir acabando, solo me queda hacer mención al parecido de este libro con su fic progenitor del que la misma autora y la misma editorial americana (Vintage, que pertenece a Random House Mondadori) niegan en rotundo diciendo que son dos obras diferentes. ¡JA!

Y para esto, me ayudo del siguiente link:

http://dearauthor.com/features/industry-news/master-of-the-universe-versus-fifty-shades-by-e-l-james-comparison/

Como podéis ver, el fic y el libro son IGUALES. Quitando el cambio de nombres en coches, en personas, lugares… etc.

Y si todavía no estáis convencidos, visitad el siguiente:

http://dl.dropbox.com/u/65785689/50ShadesofWTF.pdf

Y si todavía seguís sin ver las similitudes, dejad que os haga otro breve resumen:

-Edward y Christian ambos son adoptados.

-Ambos tienen un secreto oscuro y peligroso del que nadie sabe excepto la protagonista y nosotros.

-Ambos son ricos y más sofisticados que la protagonista.

-Aunque sus personalidades son diferentes, ambos Edward y Christian tienen tendencia a ser acosadores.

-Ambos tienen mismo color de pelo.

-Ambos le regalan un súper coche a la protagonista.

-Ambos tocan el piano.

-Ambos tienen una familia adoptiva que los apoya: Carrick/Carlisle (el padre), Grace/Esme (la madre), Elliot/Emmett (el hermano), Mia/Alice (la hermana).

-Jasper y Rosalie/Ethan y Kate son ambos rubios, guapos, y se diferencian muchísimo con Ana/Bella. Kate y Elliot terminan juntos, al igual que Rose y Emmett en Crepúsculo.

-Están ambientadas en Washington (la tía ya podía haber cambiado un poco la zona…. xD)

-José/Jacob odian al protagonista, pero andan detrás de la protagonista, que lo ve solo como un amigo, y que elige al “chico malo” por encima de él.

-Anastasia es, en esencia, Bella, aunque más tonta. Ambas son muy torpes, muy malas en deportes, se muerden el labio inferior, se sonrojan POR TODO. Actúa como Bella, dice lo que Bella, aunque no tiene nada claro lo que quiere.

-Ambas tienen una madre excéntrica que vive en FloridaGeorgia y se ha casado varias veces.

-Ambas tienen un padre que vive solo (aunque en Cincuenta sombras es padrastro) que les compró un coche viejo y del año la pera, y que José arregla de vez en cuando. Charlie y Ray aman la pesca.

Etc, etc, etc.

O séase, señora autora, ¿podría usted haber sido más vaga y caradura? ¿Qué mínimo que cambiara ALGO la historia no? La personalidad de los personajes, los detalles crepusculeros… etc.

Además, yo que me he leído el libro en inglés debo decir que la escritura es horrible. Se repiten muchísimas estructuras, muchísimas expresiones, muchísimas palabras. Es como si no supiera muchas palabras o cómo describir las cosas y utilizara siempre los mismos recursos. Aunque sí que utiliza el Thesaurus, porque leñe… hay palabrejas que es imposible que alguien las sepa (xD). En esto debo decir que las traductora se han hecho un señor trabajazo. Y aunque yo no me la he leído en español, sí algunas partes y la verdad es que a la vez que se suaviza, mucho, las escenas controvertidas, también se ha usado un lenguaje más… mejor. Es decir… que le han hecho un cacho de editing a muerte.

Desde aquí… un súper OLÉ a las traductoras. Porque si yo tengo que volver a leer holy cow! Holy fuck! Holy shit! Y todas sus variedades otra vez, juro que me tiraré por la primera ventana que pille. Y ya qué decir de oh my! O jeez! Me muero vaya.

Por otro lado, y para acabar ya, y para que no todo sea malo, malo, debo decir que la autora tiene mérito porque el libro engancha (hasta que empecé a pasarlo mal) y hace que quieras seguir leyéndolo. Y creo que es por el lenguaje tan sencillo que usa, no lo sé, o por la forma de escribir, en primera persona, ni idea. Pero engancha, y eso es una tontería negarlo.

Como conclusión si he de decir que el problema más grave del libro han sido los personajes. Se les podía haber sacado muuucho más y no se ha hecho. ¿Por qué? Ni idea. ¿Quizás para que compremos el segundo libro? Sí… pero sigo diciendo que me ha decepcionado mucho, mucho. Anastasia me cae MAL. ¿Es tonta? No, lo siguiente. Y me saca de quicio. Y Christian… dejémoslo en que yo sí que voy a tener suelta la mano como lo tenga enfrente algún día, ¡y de las dos hostias que le voy a meter se va a quedar tonto perdido!

En definitiva, yo os digo que os leáis el libro, y opinéis por vosotros mismos si queréis, pero os sale más rentable, pienso yo, que os lo deje alguien y luego, si os gusta, os lo compréis, pero no me gustaría que os pasase como a mí y vayáis muy decididos y luego os llevéis un chasco.

Yo me leeré el segundo y el tercero, sí. Porque ya que los compré, pues me los leo. Y ya para ver si mi teoría del hilo argumental mejora en el libro uno, parte dos. Quiero que mejore. Quiero poder tragarme mis palabras. A ver si sucede…

En fin, aquí acabo.

Puntuación: 1/5

Yuliss

P.D: Pooor cierto, Anastasia podría aprender a usar su propio cepillo de dientes, que eso es  ¡ASQUEROSO! Y qué decir ya de Christian cuando le saca el tampón ahí, a pelo…. Ehhh… no, gracias. Me da igual que tengan sexo estando ella con la regla… pero por favor, la cama al día siguiente tendría que haber sido como si Jack el Destripador hubiera pasado por allí ¡No fastidies! Aunque bueno… a lo mejor solo soy yo… quién sabe.